
Las líderes femeninas expusieron al público,
las distintas historias que las motivaron a llevar una carrera política y además
sus propias experiencias en la participación en elecciones pasadas.
Por sus relatos, el principio de la
diversidad y de la pluralidad cultural estuvieron presentes en las elecciones,
por supuesto, con sus desmanes por la juventud o el género de estos nuevos
actores. Sin embargo, son estos los principios que fortalecen la autoestima de
los individuos y de la colectividad y su identificación como miembros de una
determinada sociedad.
Cada una de estas
líderes mostraron como denominador común, las ganas, el coraje, la valentía, la
simpatía y confianza de sus electores, quienes posteriormente las apoyaron
mediante el uso del voto. Asimismo el sentido de compromiso y responsabilidad
que tienen con el pueblo o comunidad electora, por ejercicio del cargo o
posición política que obtuvieron mediante elección popular.
Ya sea como Diputada,
Alcalde, Gobernadora, Contralora, Procuradora o Presidente, las expositoras
mostraron que existen líderes femeninas en Panamá dispuestas a asumir el
compromiso de llevar con honestidad y transparencia la voz del pueblo elector,
en la dirección o administración de la
cosa pública.
ANÁLISIS
CRÍTICO
Durante sus discursos
las líderes femeninas explicaron al público, sobre los posibles caminos para conseguir
una sana vida política. La historia de los intentos, los esfuerzos, el
emprendimiento, el apoyo familiar, de amigos y vecinos, resultaron determinantes
en el éxito de sus campañas.
Sin embargo,
considero que estamos en un punto que obliga a pensar en otros valores y
estrategias más realistas, a fin de producir un verdadero cambio. Para ello se
precisa modificar las concepciones sobre cómo opera la política y de qué manera
producir un cambio a través de la educación.
Por lo menos en la
preparación de un proyecto que conciba de la educación a fin de enriquecer y
fortalecer el perfil del actor político en el ejercicio de su rol social o
colectivo, de esta manera se podría introducir un cambio integral en los
procesos políticos y gobernabilidad del país.
Desde una óptica de
preparación o formación política integral mediante la educación, podemos
concientizar sobre la responsabilidad de los asuntos de políticas públicas. La
educación nos provee de principios y condiciones ideológicos que pueden promover
un gran cambio que busque formar actores competentes para el desarrollo
económico y político, de tal forma que la
democracia de nuestros países latinoamericanos encuentre en la educación como uno
de los principales instrumentos para su consolidación.
Sin embargo, este cambio
educativo en nuestras sociedades, precisa un laborioso proceso de apertura y
negociaciones políticas, un amplísimo contexto de participación, discusión,
muchas investigaciones, considerar otras ofertas coherentes, nuevas propuestas
y estrategias eficientes para desencadenar el cambio. Se trata de un proceso que
busca legitimar a esos líderes políticos, de progresividad, de participación y
de cooperación entre los diferentes sectores de la sociedad nacional
latinoamericana. De esta manera podemos fortalecer la confianza del pueblo en
sus administradores políticos.
Tengamos presente que
este pensamiento de Platón, para quien: “La Educación es más importante que el
gobierno mismo”
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